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POR: Philippe Erard 21 / 05 / 2012
UN APOYO PARA LAS PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS

LOS OBSTÁCULOS A SU DESARROLLO

A iniciativa del gran empresario suizo, Stephan Schmidheiny, se estableció, hace ya más de diez años, FUNDES: Fundación para el Desarrollo Sostenible. Con inversiones importantes en muchos países de América Latina, Schmidheiny, siempre manifestó un genuino interés en nuestro continente, más allá de las cuentas de sus propios negocios. Constatando que aquí como en todo el mundo, la columna vertebral del desarrollo económico de los países la conforma el conjunto de pequeñas y medianas empresas -las pymes- que prosperan en la sociedad, Schmidheiny pensó que una acción efectiva a favor de esas pymes representaría un auténtico y útil aporte al progreso.

Con pocas cifras, se evidencia la importancia de las pymes. En Venezuela, aportan más del 13% del PTB, y dan empleo al 55% de toda la población activa, quedando el 17% empleado en la gran empresa, el 16% ocupado en el sector público y el 12% desempleado. Tomando por base el sector privado solamente, las pymes generan el 77% del empleo de ese sector. En nuestro país hay alrededor de 1.300.000 micro-empresas y unas 68.000 pequeñas y medianas empresas, de las cuales 56.000 activas en comercio y servicio y 12.000 en manufacturas. Es indudable que las micro, pequeñas y medianas empresas representan un pilar esencial de nuestra sociedad.

Enmarcada en su filosofía de autosostenibilidad y ecoeficiencia, Schmidheiny estableció la primera FUNDES en Panamá en 1984. Hoy, FUNDES se encuentra presente, a través de instituciones locales, en 10 países de América Latina: México, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá, Colombia, Bolivia, Chile, Argentina y Venezuela. La sede central de FUNDES-Internacional está ubicada en San José de Costa Rica, y su Presidente es Don José María Figueres, ex-Presidente de la República de Costa Rica.

En nuestro país, FUNDES-Venezuela se fundó en 1994. Entre sus miembros fundadores, se cuenta con un importante grupo de destacadas empresas y bancos locales e internacionales, que han aportado los recursos financieros iniciales de la institución y que son socios de la misma. A mediano plazo, FUNDES-Venezuela, como todas las FUNDES, debe lograr su autosostenibilidad financiera. Es una fundación sin fines de lucro, pero también sin fines de pérdidas. Sin embargo, por ahora, y mientras va desarrollando su mercado, sigue recibiendo aportes económicos de sus socios, en particular de Fundes-Internacional. FUNDES-Venezuela tiene su sede principal en Caracas y una sucursal en Maracay.

Dedicada principalmente a la consultoría gerencial específicamente adaptada a las pymes, y a la capacitación y formación de los empresarios, dueños y gerentes de pymes, a través de cursos y seminarios dirigidos a brindar a esos empresarios los conocimientos que les permitan ser más eficientes, competitivos, rentables y exitosos, en el entorno muy competido del mundo globalizado de hoy, FUNDES emprendió hace poco un estudio para identificar los más importantes problemas -los obstáculos mayores- que afectan el desempeño de las pymes.

El entender mejor el entorno propio de las pymes, es en realidad un conocimiento necesario para poder ayudar positivamente a su progreso.

En todos los países donde se encuentra establecida, FUNDES tiene entre sus planes realizar un estudio para entender mejor el entorno de las pymes. Por ejemplo, FUNDESCOL -FUNDES-Colombia- ya terminó el suyo, y entró en la fase de utilizarlo ante las autoridades correspondientes para hacer valer los argumentos que podrían propiciar cambios de legislación a favor de facilitar el desempeño de las pymes y permitirles cumplir más exitosamente con su papel, aportando más al progreso de la sociedad en general y al bienestar de la población. También propicia, por supuesto, que las propias pymes se preparen mejor para enfrentar exitosamente la realidad de su entorno.

Iniciado en 1999, FUNDES-Venezuela ya avanzó bastante en el estudio del entorno para las pymes venezolanas. Los resultados preliminares, provenientes de una encuesta a una muestra de 105 entrevistados (55 empresarios, 19 representantes de organizaciones no-gubernamentales y 31 funcionarios del gobierno), son suficientemente llamativos como para adelantar y comentar algo de lo percibido hasta ahora.

Se han detectado nueve áreas de problemas que veremos más adelante. Pero dos necesidades recurrentes en todas ellas llaman la atención: son la falta de conocimientos y la falta de acceso. Las pymes sufren de una gran falta de información, de saber, de know-how, de educación, de actualización, de conocimientos: están hambrientas de saber más, de aprender, de ponerse al día, de conocer.

Las pymes sufren también de una sentida falta de acceso: acceso a la banca -al crédito- a los proveedores, al gobierno, a la tecnología, a los recursos de todo tipo.

Estas necesidades aparecen reiteradamente en todas las nueve áreas de problemas. Verlas como denominadores comunes abre de una vez el camino de una probable conclusión: muchas de las soluciones de los problemas de las pymes están en sus propias manos. Para parafrasear un conocido refrán: pareciera tratarse más de enseñarles a pescar que de darles un pescado.

¡Toda una misión para la propia FUNDES!

Veamos, a manera de comentarios, los aspectos preliminares más resaltantes que van surgiendo de los primeros pasos del estudio de FUNDES – Venezuela sobre el entorno para nuestras pequeñas y medianas empresas.

El acceso al crédito es quizás el área que más rápidamente surge de la encuesta. El 60% de los empresarios entrevistados expresa que \»el sector financiero no posee los instrumentos adecuados para atender a las pymes de acuerdo con su tamaño y su especificidad\». Es verdad la percepción general que el empresario de una pyme no está preparado para presentar profesionalmente una solicitud de crédito a un banco, pero también, y a la misma vez, que el banco tiene fundamentalmente poco interés en atenderlo, en brindarle acceso. Una de las actividades de FUNDES va precisamente hacia preparar el empresario para esta tarea. De hecho, inicialmente, FUNDES hasta daba garantías para facilitar el acceso al crédito de una pyme. Sin embargo el alto nivel de las tasas de interés ha terminado con esta forma de trabajar.

Y, hablando de altas tasas, ese es precisamente el segundo tema de preocupación mencionado en el contexto del acceso al crédito, seguido por la escasez de recursos financieros.

Sin embargo, sabiendo las tasas exorbitantes que unos cuantos empresarios de micros y pymes están dispuestos a pagar a prestamistas informales, el problema bien pudiera ser más de conocimientos del lado del empresario y de disposición o visión de mercado del lado de la banca, que de costo nada más.

Algo similar pudiera estar presente en otra área de problemas que se observa en la encuesta: el acceso a proveedores. El 50% de los empresarios entrevistados encuentran \»dificultades para la adquisición de insumos\» y casi otro tanto manifiestan sufrir de \»desinformación sobre el mercado de insumos\». En este contexto también surge la percepción que \»los proveedores no son adecuados para las pymes\». Algún sentimiento de baja autoestima, como con la banca: \»soy chiquito, y no me paran\».

Quizás nuestra cultura de país petrolero ha ido dejando al solo petróleo como LA industria, dejando a casi todo lo demás, mentalmente, como artesanía, -¡pobrecita artesanía!- creando en las relaciones comerciales y financieras un complejo de superioridad en él que se siente \»grande\» -fuerte y poderoso-, y de inferioridad en él que se siente \»pequeño\» -débil y pobrecito-. Pensando que cerca de la mitad de las exportaciones de los Estados Unidos está hecha por empresas de menos de 20 empleados debería ser suficiente como para abandonar los complejos de lado y lado. O una hojeada en el catálogo de los exportadores de España, en el cual la amplia mayoría de las empresas mencionada son pymes, igualmente debería inducirnos a ver nuestras pymes como las empresas pilares que son y no como los \»refugiados\» de la economía.

Los aspectos tributarios son otra área problema. Pero, a parte de oír la esperada queja sobre la carencia de estímulos fiscales, la necesidad de más conocimientos e información se hace de nuevo patente. En efecto, los entrevistados mencionan el desconocimiento sobre la legislación pertinente a la pyme y la confusión que les crea la múltiple tributación, nacional y local. Si bien los empresarios deben aprender y poner al día sus conocimientos, -o tener consultores o administradores competentes y actualizados-, no deja de ser ciertamente complicado y engorroso nuestro sistema tributario para empresas donde el dueño suele ser, él solo, el gerente general, el contador, el administrador, el vendedor, el jefe de taller, el conserje y líder de su nómina. Una simplificación para las pymes podría resultar beneficiosa, tanto para el fisco como para la empresa. Pero es un tema delicado que necesita de más profundos estudios.

Algo similar pasa con los trámites burocráticos. Igualmente surge una queja: la falta de centros de apoyo a la pyme (o sea, de parte del empresario, la gana de pasarle el problema a otro). Pero, lo que se destaca una vez más, es la falta de conocimiento de los trámites requeridos, la carencia de información sobre ellos, los múltiples pasos a dar y los numerosos organismos a contactar. Allí sí, aún más claramente que en los aspectos tributarios, una notable simplificación y más transparencia serían un beneficio a la competitividad y la productividad del país. La permisología parece a veces tan enredada que resulta difícil para el empresario de una pyme, mantenerse en orden todo el tiempo, aún con toda la ética y la mejor voluntad y disposición para lograrlo.

Otro obstáculo que, según la encuesta, afecta adversamente la pyme se relaciona con los servicios públicos. Aparecen como problemas la insuficiencia y el alto costo de la energía y las telecomunicaciones (¿No sería esa una queja casi universal?), la atomización y desorganización del sistema de transporte, y el aumento continuo de las tarifas y precios. El estudio tendrá que desmenuzar estos aspectos, pues la situación del transporte es bien diferente a la del teléfono, por ejemplo. Pero ciertamente hay tela para cortar en este capítulo. Hasta grandes empresarios y grandes exportadores se quejan públicamente que el costo del transporte local les afecta negativamente en su competitividad. ¿Cómo será para las pymes? – solamente peor.

La competencia desleal y los ilícitos aduaneros surgen también como un área de problemas. Se menciona la caducidad de la ley de aduanas, la corrupción, el contrabando y la subfacturación. Son temas importantes y de actualidad. Ciertamente, la modernización y la profesionalización de nuestras aduanas -quizás privatizando algunas de sus funciones- es un clamor de todo el sector industrial, de cualquier tamaño, y del Estado también.

La disponibilidad de recursos humanos calificados, y el acceso a la tecnología de información y comunicación se manifiestan como una importante carencia en las pymes.

Las universidades no forman gerentes o ingenieros para pymes. Más bien los preparan para grandes empresas y organizaciones. En las pymes, hace falta \»toderos\», pero \»toderos\» calificados. Un poco como médicos generalistas, que saben lo suficiente para manejar saludablemente la actividad cotidiana y enfrentar los problemas menores, pero que también conocen sus limitaciones, pueden diagnosticar y saben a donde llamar a un especialista cuando hace falta. Una pyme no puede tener una serie de departamentos especializados, pero sí necesita de todas las funciones gerenciales de una empresa completa. Las tiene que concentrar entre menos gente, pero no gente menos competente.

Obviamente, la disponibilidad de recursos financieros, el tener reales, es clave para poder reclutar personal calificado -y pagarle un salario atractivo- así como para obtener la tecnología de avanzada que hoy se necesita para poder competir en la economía global, al igual que acceder a la información que permite actualizarse continuamente en un mundo en acelerado cambio. Es que la globalización es una misma realidad, inevitable, tanto para la empresa pequeña como para la grande. Puede sonar a mucho en los oídos de un empresario de una pyme, sudando frente a su máquina en su taller de Filas de Mariche o de Carora, decirle que necesita personal calificado, tecnología al día y un vistazo diario al Internet para saber a donde va su negocio, para que no se lo quite otro. Pero lo necesita. Irremediablemente. Es más un \»must\» para él (como aprender el inglés, de paso) que un Cartier para su mujer. Eventualmente es lo que permitirá a su empresa sobrevivir, ganar, progresar y crecer; cuatro \»musts\» vitales para que su pyme tenga un futuro… y la posibilidad de comprarse después más de un Cartier, si quiere.

La contabilidad de costo y el control de costos es una rareza en un pyme. Sin embargo es de lo más necesario. Un área de problemas que destaca el estudio del entorno para la pyme en Venezuela, en elaboración por FUNDES-Venezuela, son las cargas sociales. El 66% de los empresarios consultados lo mencionan. Pero, hoy en día, hay que ver estos aspectos en el contexto mundial, y medirlos en términos de competitividad. Y Venezuela no es tan extravagante en su legislación laboral como solemos afirmar sin hacer siquiera el ejercicio de una comparación. Ciertamente hacerla más flexible, más moderna y más adaptada a la realidad mundial es deseable y vale el esfuerzo en esta dirección. Pero igualmente vale el esfuerzo en gerenciar los costos, conocerlos para empezar, y optimizarlos. La competitividad empieza por casa. Si fuera por los salarios que pagan, los Suizos no podrían vender nada a nadie; pero casi podría apostar que cada lector tiene algo de Suiza en su casa, su oficina, su taller o su muñeca.

A primera vista faltan cosas por revelar en nuestro estudio. Por ejemplo, saliendo de las paredes de la empresa misma, los aspectos de seguridad, tanto física, como judicial deberían aparecer. Son un verdadero problema y generan un costo. No hace falta sino leer la prensa o mirar la televisión para convencerse de su vigencia. Seguramente están presentes, pero aún nos hace falta destacarlos.

En fin, todas las carencias tienen un costo, y cada costo tiene un impacto en la competitividad de cada empresa. Los mensajeros que suplen Ipostel y los vigilantes que hacen las veces de la policía tienen un costo. Un costo relativamente más alto para las pymes que para las grandes empresas. Cuestión de contabilidad de costo. Y de competitividad.

El estudio de FUNDES-Venezuela sobre el entorno para las pymes en Venezuela debe identificar los problemas, los obstáculos, que afectan su desempeño. Después, FUNDES-Venezuela intentará proponer soluciones y fomentar su implementación. Su propósito no es otro que ayudar a dinamizar el sector de las pequeñas y medianas empresas, pilares de nuestra economía, para ayudarlas a hacerse más productivas, más efectivas, más competitivas y más ricas, para que sus dueños ganen bien y que tanto ellos como sus empresas generen más empleo, invierten más, paguen más impuestos. Para el bien de todos, hacia una sociedad mejor, más justa y más próspera. Y menos petrolera.