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El conflicto no es el problema,

El problema es no resolver el conflicto.

Los conflictos en la Empresa Familia (y en general) no necesariamente son malos, tienen una parte buena también, siempre y cuando se manejen de manera adecuada, pueden ser fuente de crecimiento, desarrollo e integración. Lo primero será conocer que es en sí un conflicto.

El conflicto en una situación en la que dos o más personas entran en desacuerdo porque sus deseos, intereses, necesidades o valores son incompatibles. Entendiendo que los valores son lo más intrínseco al individuo, un conflicto de valores será más complicado de solventar que un conflicto de deseos. Una de las habilidades que habrá que desarrollar para aprender a manejar conflictos es detectar que tipo de conflicto es.

Si bien los conflictos son parte de la naturaleza humana, es decir, un conflicto puede nacer a partir de una discrepancia de opinión. Sería anti-natural, que todos pensáramos igual. El conflicto no es el problema, el problema es no resolver el conflicto.

En las empresas familiares reviste una complejidad mayor, ya que se mezclan intereses de los familiares en si, de los propietarios y de los empleados. Algunas veces una misma persona juega los tres roles en la empresa. De tal manera que un familiar, tendrá interés en que por medio de la empresa se pueda mejorar el estilo de vida familiar, mientras que el empleado querrá que haya mejores condiciones laborales. La realidad es que no siempre se puede dar gusto a todos, por lo que siempre habrá diferencias de opinión y será fuente de conflictos.

Un tipo de conflictos se da cuando alguien juega solo un rol, porque puede ser complicado que entienda los demás roles. Por ejemplo. Un empleado no familiar, puede tener conflictos con un empleado familiar o con un propietario familiar. El empleado no familiar pude percibir favoritismo y entonces desmotivarse en sus labores. Si bien siempre habrá preferencia por la familia, es importante que haya reglas claras, acuerdos explícitos y que todo esté en orden para que la preferencia no se convierta en una injusticia.

Para resolver o evitar los conflictos existen dos componentes, el institucional y el personal. Por el lado institucional, existen herramientas para evitar los conflictos antes de que sucedan. La más poderosa es el protocolo familiar, la institucionalización de la empresa y un buen sistema de gobierno corporativo. Para poder fluir y resolver los conflictos, también habrá que tomar en cuenta la parte personal, de cada individuo.

Por el lado personal, cada individuo, deberá de conocer su estilo de manejo de conflictos, tener claridad en sus objetivos y tener desarrollado cierto grado de empatía e inteligencia emocional. Alinearse a las reglas y cumplir con los acuerdos establecidos.

Un mal manejo de conflictos, puede terminar con la empresa familiar, dañar relaciones entre familiares, perder dinero, cliente proveedores o colaboradores. Por lo tanto, el manejo de conflictos en la empresa familiar, resulta un tema que tiene que estar en la agenda de todos los integrantes de las empresas familiares.

De tal forma que si queremos asegurar la permanencia de la empresa y armonía de la familia será indispensable manejar y fluir los conflictos.