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Hace ya años que se despidió Ulla de nosotros. Regresó a su natal Dinamarca cuando decidieron ella y su esposo que iban a tener un hijo. Consideraron que las condiciones laborales en nuestro País no eran tan favorables para ayudar a los padres a tener hijos.

Me sorprendió la decisión que ellos tomaron, pero cuando me contaron de los apoyos que les dan allá a los padres de hijos recién nacidos, me caí para atrás. A las madres danesas les dan un año de descanso con goce de sueldo para que se dediquen a cuidar a sus niños después de nacer; a los padres les dan catorce semanas. Luego las madres pueden trabajar medio tiempo durante un largo periodo mientras los pequeños crecen. Además tienen otra serie de prestaciones que favorecen a los padres con hijos pequeños.

A lo largo de los años hemos visto infinidad de casos de excelentes colaboradores que se retiran de una determinada empresa porque no les resolvieron sus necesidades en relación con sus familias.

La flexibilidad que han logrado muchas compañías tecnológicas en los países más avanzados permite a los empleados adecuar sus tiempos y lugares de trabajo a sus requerimientos familiares.

Ahora tengo sobrinos y sobrinas que pueden trabajar muchas de sus horas de trabajo en casa y atender así sus asuntos familiares. En nuestra firma hemos ido adaptando estas condiciones de trabajo para que nuestros colaboradores y colaboradoras, sobre todo las que son madres de familia, puedan conciliar sus tiempos de dedicación al trabajo y sus casas.

De acuerdo con el IESE de Barcelona, Empresa Familiarmente Responsable (EFR) es aquella que se esfuerza para que sus empleados puedan mantener un equilibrio sano entre su trabajo y su familia. La intención es que puedan conciliar su vida familiar con la laboral.

Este equilibrio es esencial para el bienestar de los empleados y su capacidad de compromiso con la empresa, y repercute de manera positiva en el desempeño profesional. Los profesionales que tienen oportunidad de convivir con su familia tiempos razonables tienden a entregarse más a su trabajo y a perdurar más tiempo con su empleador.

El concepto de EFR fue desarrollado en el IESE por la profesora Nuria Chinchilla y su equipo. Ellos sostienen que la creación de un Comité trabajo-familia puede ayudar a lograr la conciliación en la empresa familiar. Este comité debería estar formado por un equipo de diversos perfiles de personas. La orientación de este comité es buscar la forma de darle soluciones concretas a cada caso específico, dándole repuestas apropiadas a cada colaborador según sus necesidades.

En México la Secretaría del Trabajo y Previsión Social ha creado un Manual de Reconocimiento de “Empresas Familiarmente Responsables”. Este manual propone una serie de buenas prácticas laborales con indicadores para identificar y reconocer a las empresas que protegen las necesidades del trabajador con respecto a su familia.

Nuria Chinchilla define que las EFR son aquellas que cuentan con una serie de políticas de flexibilidad en cuanto a tiempo y espacio y que, además, otorgan servicios y beneficios sociales a las familias.

Lo más importante, afirma Nuria, es que las organizaciones tengan conciencia de que los empleados tienen una vida después del trabajo. Por lo que debe haber horarios racionales y la flexibilidad necesaria para integrar y armonizar el ambiente laboral y familiar.

Los empresarios debemos estar conscientes de este derecho de nuestros colaboradores. Nuestra políticas y prácticas deben corresponder a este derecho. ¿Existe en nuestras organizaciones un comité bien integrado para atender con seriedad estos temas? ¿Hemos buscado adecuar nuestras políticas y prácticas laborales a las necesidades de nuestros empleados? ¿Nos interesa ser una Empresa Familiarmente Responsable?

Sin amar y procrear la humanidad se extingue. Y sólo por eso, entre otras cosas, como la convivencia, la educación de los hijos y la cultura, la familia -padre, madre e hijos- es más importante que cualquiera de los diversos trabajos.

Con información de El Imparcial