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POR: Jaime España Eraso  31  / 08 / 2012
Hoy quiero compartirles un aparte de uno de los libros que he escrito en compañía de la Coach Bibiana Cortázar, y lo hago con el deseo de motivarte a modelar tu liderazgo, pues entendemos que muchos de los problemas actuales son causados por pensamientos, emociones, palabras, decisiones, acciones y comportamientos opuestos a los transmitidos con el ejemplo vívido de Jesús de Nazaret y comprendemos también que encontraríamos muchas soluciones a nuestros problemas personales, familiares, sociales y empresariales si acudiésemos a su modelo de liderazgo.

Presentamos 12 de las múltiples enseñanzas de un gran líder; una por cada uno de sus apóstoles, pues si un líder debe ser digno ejemplo de ser seguido, admirado y duplicado, que mejor oportunidad para recordar el mensaje, ejemplo y vida de quien lideró realmente desde el servicio.

“Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida por muchos” Marcos 10:45

Entonces, sin pretender limitar su legado y únicamente como un apoyo nemotécnico veamos 12 enseñanzas de Jesús.

1. Saber enfocarte

Reflexiona:
• Consumes la misma energía pensando positivo ó pensando negativo.
• Consumes la misma energía sintiendo el futuro ó sintiendo el pasado.
• Consumes la misma energía actuando productivamente ó actuando improductivamente.

Pregúntate:
• ¿Qué experiencia estas buscando?
• ¿Qué estás haciendo para obtener esa experiencia?
• ¿Qué resultados estas alcanzando?
• ¿Qué estas invirtiendo en tu ser para que derive en el hacer e impacte el tener?
Quizá el asunto no es enfocarte, es en que te enfocas. Jesús sabía quién era él y cuál era su propósito, eso le permitía guiar basado en la certeza personal y no en la incertidumbre.

“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Juan 14:6-9

Jesús actuaba basado en principios o verdades concretas, es decir no ajustaba las reglas a su necesidad o deseo del momento. Su liderazgo era constante, no cambiante o voluble a cada situación, con lo cual no generaba confusión, por el contrario las personas podían estar seguras y confiadas en él. Recordemos el texto bíblico:

“No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento. Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán. Todo el que infrinja uno solo de estos mandamientos, por pequeño que sea, y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos; pero el que los practique y enseñe será considerado grande en el reino de los cielos”. Mateo 5:17-19

2. Ser ejemplo

La gente tiende a funcionar de acuerdo con las normas ejemplificadas por sus líderes. Jesús enseñaba con el ejemplo, con la palabra y con parábolas.

Enseñar proviene del latín in-signare que quiere decir, señalar o indicar un camino a seguir, si liderazgo se trata de seguir al líder, definitivamente la mejor manera de enseñar es con el ejemplo, muchos son los ejemplos de Jesús, ahora recordamos el siguiente, veamos:

“Un día Jesús fue de Galilea al Jordán para que Juan lo bautizara. Pero Juan trató de disuadirlo. – Yo soy el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? – objetó. – Dejémoslo así por ahora, pues nos conviene cumplir con lo que es justo – contestó Jesús. Entonces Juan consintió”. Mateo 3:10-17

3. Mantener fe

“Así que los que viven por la fe son bendecidos” Gálatas 3: 9

La fe que nos enseña Jesús tiene que ver con una firme creencia celestial y un desarrollo terrenal de actos coherentes en los que integres pensamientos, emociones y diálogos; tanto internos como externos.

Y actualmente las neurociencias nos orientan sobre cómo permitimos en nosotros pensamientos, emociones, decisiones, acciones, y sobre cómo responsablemente podemos transformar nuestro carácter, nuestros resultados y en consecuencia nuestra vida, modificando de manera consciente lo que pensamos, lo que sentimos, lo que expresamos y la forma como actuamos.

“Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán. Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados”. Marcos 11:24-26

Si fe también es confiar, puedes mantener la certeza de superar cualquier situación y sentir gozo ante la dificultad, con lo cual mantendrás serenidad, objetividad, enfoque y claridad para emprender acciones correctas, productivas, asertivas y asertivas.

“He aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre”. Filipenses 4:10

4. Mantener objetividad

Jesús tenía la habilidad de contemplar los problemas y entender a la gente en perspectiva. Él podía calcular la magnitud, el efecto y el impacto de sus palabras, no sólo en quienes las escucharan directamente, también en quienes las leeríamos dos mil años después.

Og Mandino, en su libro El secreto más grande del mundo, escribió, “El fracaso no sobrevendrá, si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa”. Pensamos que existe aquí una alta dosis de fe, voluntad, disciplina y carácter.

5. Desafiar los paradigmas existentes

Quizá el único comportamiento violento de Jesús sucede cuando expulsa del Templo a los mercaderes, al ver que un lugar de recogimiento y oración se había convertido en un sitio ruidoso con los bramidos de los animales y los gritos de los cambistas.

En la biblia leemos: “No se amolden al mundo actual, sean transformados mediante la renovación de su mente” Romanos 12:2

¿Y tú como líder-coach qué debes desafiar?

¿Y tú qué como líder-coach que debes enfrentar ahora?

6. Construir relaciones significativas

Jesús caminó y laboró con aquellos a quienes servía. Su liderazgo fue cercano, de amistades estrechas, de servir a quienes dirigía y de marcar la diferencia permitiendo que cada persona fuese mejor.

¿Acompañas, lideras, diriges y corriges honrando a cada persona?

¿Podrías ahora redefinir el método para construir comunidades humanamente productivas?

7. Promover el liderazgo

Jesús creaba espacios para que las personas sintieran unidad y luego encargaba a cada persona misiones importantes. Porque creía en sus seguidores; en lo que eran y en lo que ellos podían llegar a ser, por ejemplo, vio en Pedro a un pescador y también vio en él a un líder, que dejaría huella en muchos seres humanos.

¿Estarías dispuesto a compartir tus logros o aceptar la importancia de tu equipo?

¿Aceptarías el reto de formar líderes?

8. Amar

Las personas necesitan ser amadas, Jesús permitía que cada persona se sintiera amada, respetada, valorada y escuchada. Como todo buen líder Jesús escuchaba a las personas, a su conciencia y a la inspiración Divina.

Por amar a sus seguidores, Jesús estaba en condiciones de decirles la verdad y ser sincero con ellos, análogamente un líder-coach puede conectar verdad con amor, bondad y con firmeza.

“Ámense los unos a los otros como yo les he amado” Juan 13:34

“¿Qué mérito tienen al amar a quienes los aman? Aun los pecadores lo hacen” Lucas 6:32

“El oído que escucha las reprensiones de la vida, morará entre los sabios”. Proverbios 15: 31

9. Agradecer

La gratitud evidencia que realmente estás vivo. Jesús vivía en gratitud y por ello inspiraba a los demás a ser mejores y a vivir para honrar a Dios.

La gratitud es una virtud con la cual una persona manifiesta lo que ha recibido, lo reconoce, lo aprecia y lo corresponde.

Una persona manifiesta gratitud a Dios consagrando su vida al servicio y eso hace un líder–coach, servir a las personas, cuidando sus relaciones, protegiendo su entorno y logrando los mejores resultados.

10. Responsabilizarte

Un líder sabe dar crédito al equipo por los logros alcanzados y sabe hacerse cargo de los resultados no favorables.

“Cuando la airada muchedumbre fue a tomar prisionero a Jesús, Él la enfrentó con resolución y dijo: ¿A quién buscáis? Sorprendidos respondieron «A Jesús de Nazaret», «Yo soy», les dijo y ellos retrocedieron. Por segunda vez les preguntó: ¿A quién buscáis? y después que lo nombraron, les dijo: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a mis discípulos» (Juan 18:4–8)

¿Identificas situaciones pasadas en las que quizá no te hiciste cargo de los resultados obtenidos por tu equipo?

¿Visualizas como edificarás a tu equipo ante los buenos resultados?

¿Sabes cómo te harás cargo de los resultados no favorables de tu equipo?

11. Perdonar

Somos seres emocionales, las emociones son el motor para hacer ó dejar de hacer lo que nos hemos propuesto, a través del filtro de nuestras emociones elegimos nuestras acciones y las acciones más favorables quizá son resultados de nuestras emociones más favorables.

El grafico anterior presenta diferentes emociones distribuidas en tres grandes grupos; las de muy baja vibración en color rojo, las de mediana vibración en morado y las de alta vibración en color verde.

Inicialmente observa ¿En qué grupo de emociones te gusta permanecer? En las más altas verdad.

Uno de los objetivos de este ejercicio es que te auto-lideres para que de manera consciente avances de una emoción de baja vibración a otra que permita en ti alcanzar tus objetivos planeados. Explicado de otra manera desde tu liderazgo interno o personal potenciarás tu liderazgo externo o interpersonal, así:
1. Identifica conscientemente tu estado actual de ánimo o la emoción presente. Para ello pregúntate ¿Cómo me siento?
2. Ubícate en la emoción correspondiente dentro de la escala, cuando existan varias emociones de un mismo nivel vibratorio, observa hacia cuál te inclinas más, este es tu punto de partida para el ejercicio.
3. Identifica cuál es tu pensamiento recurrente relacionado con este momento emocional y escríbelo al frente.
4. Pregúntate si te gustaría sentir una emoción más alta y elige cual.
5. Nuevamente, establece de manera consciente un pensamiento que podrías tener desde esta nueva emoción y escríbelo al frente.
6. Puedes repetir este proceso hasta donde tú decidas ascender.
7. Recuerda cualquier pensamiento que te haga sentir mejor es válido.

Volvamos a Jesús y veamos como él capitalizó sus emociones:

Al vivir su experiencia humana debió tener emociones al igual que nosotros, y he aquí lo grandioso; durante la crucifixión, podríamos decir que dio un gran salto desde la emoción del desconsuelo en la que pudo estar al decir, ¡Dios mío, Dios mío porque me has abandonado! Mateo 27: 46 Hasta la acción del perdón que lo sitúa en la emoción del amor al interceder diciendo ¡Padre perdónales porque no saben lo que hacen! Lucas 23: 34 (Observa que en la gráfica desconsuelo y amor están en los extremos del cuadro).

El punto no es dejar de sentir, no está mal que tengas emociones de baja vibración, lo que no puedes hacer es retener innecesariamente emociones que no te aporten, faculten o contribuyan para alcanzar tus objetivos. Entonces lo que si puedes hacer es identificar tu estado emocional para transformarlo.

También puedes usar esta escala para encontrar respuesta a ¿Cómo liderar desde tus emociones? Algunos de nuestros Coachee (personas a quienes servimos como entrenadores, Coaches o mentores) guardan la escala en su billetera y para usarla cuando lo requieren)

12. Dejar un legado

Jesús estaba interesado en los aspectos básicos de la naturaleza humana y en producir cambios perdurables y no simplemente cambios superficiales.

¿Piensas en las generaciones futuras?

¿A ti por qué te gustaría ser recordado?

¿Pero cómo alcanzar estas virtudes? Pues bien, Jesús nos enseño también a aislarnos, buscar momentos y espacios para la oración, la meditación y la contemplación como oportunidad para acercarnos a Dios y recibir discernimiento ante las decisiones que enfrenta todo líder.

Por ahora rescatamos estos aprendizajes entre muchos otros, expresando que nos gusta pensar que “El camino y la meta de un líder es vivir en la fe, sabiendo que los resultados se revelarán a su debido tiempo, por ello lo mejor que puedes hacer es estar en paz con Dios y contigo mismo para que aflore tu potencial de servicio y buena gestión”.