Por Ricardo Bolaños
La ausencia de gobierno en una organización se nota por la falta de dirección y autoridad en la misma. Las organizaciones sin dirección y autoridad están condenadas a tener resultados mediocres para todas las partes interesadas (stakeholders). De acuerdo con el diccionario de la lengua española, gobierno tiene que ver con la acción y efecto de gobernar y gobernar es mandar con autoridad, guiar y dirigir.
Si bien normalmente relacionamos el término de “gobierno” con el aparato de estado que rige a un país, el término de gobierno aplica también a las organizaciones. Los órganos de gobierno en las organizaciones son la cúpula de la autoridad y dirección de estas. Normalmente se implementan mediante un consejo de administración. Existe un conjunto de buenas prácticas de gobierno corporativo publicado por la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) el cual varios países han adoptado por medio de las cúpulas empresariales y publicado como mejores prácticas de gobierno corporativo para las empresas de dicho país.
Estos sistemas de gobierno organizacional aplican tanto para empresas (organizaciones con fines de lucro), como para fundaciones (organizaciones sin fines de lucro) y para asociaciones (grupos de empresas). Para que un sistema de gobierno organizacional funcione deberá de tener claro sus objetivos a largo plazo y que la organización esté institucionalizada. Lo anterior implica que todo esté en orden, que haya reglas claras y acuerdos explícitos.
En las empresas las políticas de gobierno corporativo se implementan a través del consejo de administración. Los objetivos de este son asegurar la permanencia de la empresa en el largo plazo, aumentar el valor de esta y hacer la primera capa de planeación estratégica a partir de la petición de la asamblea de accionistas o dueños de la empresa. Generalmente en la mayoría de las empresas, al ser medianas y pequeñas los mismos individuos que componen la asamblea de accionistas (dueños) son los que integran el consejo de administración e incluso, en etapas tempranas de adopción de prácticas de gobierno corporativo son los que operan la empresa.
Existen decenas de mejores prácticas de gobierno corporativo que trataremos con detalle en un artículo posterior, al igual que detalles de la composición y funciones específicas de un consejo de administración y los diferentes comités que lo pueden llegar a integrar.
De la misma manera que existe un gobierno corporativo para guiar y dirigir a las empresas, existe un gobierno familiar para guiar y dirigir las acciones patrimoniales de la familia. Las familias, al momento de tener una empresa, empiezan a crear un patrimonio, el cual de manera natural lo buscan acrecentar. El patrimonio familiar se compone entre otras cosas de terrenos, casas, departamentos, inversiones en acciones y ahorros. De esta forma para la familia es muy importante que la empresa sea rentable y pueda generar utilidades para que la familia pueda incrementar su patrimonio.
La responsabilidad del desempeño de la empresa recae en el consejo de administración, pero la responsabilidad del aumento del patrimonio recae en el gobierno familiar. Este tiene tres instrumentos para materializarse: consejo de familia, protocolo familiar y plan de desarrollo patrimonial.
El consejo de familia es el que define y acuerda los valores de la familia y los valores que tendrán como familia empresaria. Es el encargado de establecer el futuro de la familia en relación con la(s) empresa(s). Y finalmente es quien vislumbra y (pre)resuelve problemas de familia relacionados con la empresa. Para poder lograr estos objetivos el consejo de familia deberá de establecer las reglas claras y acuerdos explícitos en un documento llamado protocolo familiar. De la misma manera, los objetivos, metas y acciones para aumentar el patrimonio deberán estar plasmadas en un plan de desarrollo patrimonial, el cual será consensuado por los miembros de la familia que integran el consejo de familia que deberá velar por los intereses patrimoniales de todos los miembros de la familia.
El protocolo familiar es un instrumento que facilita la continuidad de la familia empresaria. Muestra la voluntad familiar para evitar conflictos y crecer en armonía. Es un documento escrito con pautas que rigen la relación empresa-familia-propiedad. El encargado de redactarlo, proponerlo, consensuarlo y publicarlo es el consejo de familia. A su vez una vez autorizado el protocolo familiar, el mismo consejo de familia será el encargado de cumplirlo y hacerlo cumplir, al igual que imponer las penalizaciones relacionadas con el incumplimiento del mismo.
Los beneficios de tener un gobierno corporativo, sea para una fundación, una empresa o una asociación son muchos. El primero es que existe un orden, reglas claras y acuerdos explícitos, de tal manera que los resultados de la organización recaen en un sistema y no en una persona o un grupo de personas.
Al haber claridad de rumbo en una organización, entonces todos los colaboradores saben a dónde va la empresa. Si a partir de este rumbo, sea propósito, filosofía, razón de ser; se construye un modelo de operación y se es congruente con el rumbo, entonces cada colaborador tendrá claro que las acciones que realiza están encaminadas a un fin común. Entre las mejores prácticas de gobierno corporativo existen temas de justicia, ética e integridad; revelación de información, equidad y balance; de esta forma todos los involucrados en la empresa (partes relacionadas, stakeholders) les queda claro todo y se evita la sospecha de malos manejos, injusticias, faltas de integridad o daños.
Es por la importancia del gobierno corporativo en las organizaciones que inició la publicación de esta serie de artículos con el objetivo de que tú, lector puedas capitalizar todos los años de experiencia que tengo en el tema en tu beneficio.
Comentarios recientes