Hasta un 95 por ciento de las empresas en México son familiares, generan hasta un 80 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y un 49 por ciento se encuentra en proceso de fortalecer su cultura, reveló el estudio del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE) y BBVA.
El documento El nivel del Progreso de las empresas familiares para lograr su continuidad y armonía que tomó las opiniones de 256 empresas.
El profesor decano de factor humano y empresas familiares del IPADE, Alfonso Bolio Arciniega, puntualizó que entre un 85 a 95 por ciento de las empresas en México se consideran familiares, generan entre un 50 a 80 por ciento del PIB y ofrecen empleo a un 70 o 90 por ciento de las fuentes laborales del país.
Advirtió que los principales riesgos que presentan estas empresas son la transición generacional y los órganos de gobierno de las empresas y la familia.
Bolio Arciniega indicó que así como en las empresas existe un consejo de administración, así debe existir un consejo familiar para instrumentar los protocolos familiares en las empresas.
El director del Centro de Investigación para Familias de Empresarios (CIFEM-BBVA), Ricardo Aparicio Castillo, destacó que el CEO en el consejo se encarga de dirigir las acciones que tengan el objetivo de mantener en un nivel competitivo a la empresa, y en el consejo familiar el CEO se encarga de administrar las emociones en la familia para lograr que se mantenga la armonía y unión en la familia en el momento de elegir a quien quedará al frente de la empresa.
El decano de factor humano y empresas familiares recomendó que los integrantes de la familia conozcan el funcionamiento de la organización vayan a trabajar o no en la empresa, ya que su posición de accionista requiere que conozcan las acciones y los objetivos que se buscan para votarlas a conciencia en el consejo de la empresa.
“Cuando se le deja una participación económica en la empresa, lógicamente es importante que la conozcan y que sepan cuáles son sus valores”, enfatizó Bolio Arciniega.
Los especialistas enfatizaron que los problemas familiares y de la empresa se deben tratar cada uno en el terreno correspondiente, “no llevar problemas empresariales a la casa y viceversa”.
El 77 por ciento de las empresas familiares no tienen reuniones o son muy escasas para resolver los conflictos que afectan el desempeño y pueden repercutir en la división de la familia y la empresa.
Alertaron que un 44 por ciento de las empresas encuestadas corren el riesgo de no subsistir por malas prácticas que terminan por viciar la dinámica familiar y propiciar la desintegración del negocio.
Sin embargo, señalaron que un 49 por ciento de las familias empresarias trabaja en fortalecer su cultura.
El 58 por ciento de los participantes pertenece a la primera generación de familias empresarias, 31 por ciento a la segunda y 11 por ciento a la segunda. Un 45 por ciento de los líderes empresariales supera los 60 años de edad.
Además, reveló que un 57 por ciento de las empresas está en una situación de “peligro” porque piensan que hacen lo “suficiente” sin que sea cierto.
Finalmente, se indicó que el promedio de vida de la empresa familiar es de 23 años a nivel internacional.
Con información de dnf
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