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Hoy es el día del año que más se comen tamales en todos los rincones de nuestro país, al celebrar el tradicional festejo religioso del Día de La Candelaria.

Con esta celebración terminan las festividades decembrinas. Pero detrás de la tamaliza, la tradición religiosa establece que el dos de febrero se levante el nacimiento del niño Dios, se lleven candelas a bendecir al templo, se presente al niño Dios y se elija a un padrino para el próximo año.

Pero en cuanto a la tradición gastronómica se refiere, hoy se consumen tamales prepreparados por quienes les tocó la figura de niño Dios al momento de partir la Rosca de Reyes, del día 6 de enero. Los “suertudos” deben compartir hoy con su familia o compañeros de trabajo unos ricos tamales.

Sin duda, los pedidos se incrementan este día en las empresas familiares conocidas como tamaleras. En el municipio de Salvador Alvarado son la pieza clave para hacer posible el día del año que más se come tamales. Las labores para surtir a todas las empresas, escuelas comercios, abarrotes y particulares empiezan desde la madrugada. Para antes de que salga el sol las ollas deben estar llenas del “manjar de los dioses” para cocinar uno de los platillos más representativos de México en el mundo: el tamal.

En una de las tantas empresas familiares que elaboran tamales en uno de los poblados de Angostura, se necesitaron 50 docenas de elotes para surtir la gran demanda. Griselda Montoya compartió que “el secreto de un buen tamal es ponerle todos los ingredientes necesarios y no quitarle nada con tal de ahorrar”.

Y aunque aseguró que los preparan con la típica receta familiar, seguramente le agregan su toque secreto a los ingredientes básicos: aceite, manteca inca, sal y azúcar. Sin duda, el poder degustar de este rico platillo se los debemos a los tamaleros de nuestra región.

Con información de Debate