En diversas ocasiones las empresas familiares nos han pedido ayuda porque no tenían claro el camino a seguir; y lo que normalmente encontrábamos era que no tenían claro a donde querían llegar en un futuro. Lo cual nos hace recordar la respuesta del gato a Alicia, cuando ella responde que no sabe a dónde quiere llegar: “sigue por donde venías, siempre llegarás a alguna parte, si caminas lo bastante”.
Para toda empresa establecer sus objetivos a futuro es una tarea compleja, sin embargo, para la empresa familiar es doblemente compleja, pues tiene que conjugar el futuro de los negocios de la empresa con el futuro de la familia. Y esto último, es a su vez más complicado pues se trata del futuro de cada uno de los miembros de la familia.
El futuro de la empresa se debe estructurar estableciendo los objetivos de largo plazo para cada uno de los negocios actuales y futuros; teniendo en cuenta las necesidades y hábitos de los clientes, a los competidores, etc. En cambio en la familia lo que hay que tener en cuenta son las expectativas y capacidades de cada uno de los miembros respecto al funcionamiento y rentabilidad de la empresa.
En una ocasión los miembros de la segunda generación tenían fuertes expectativas de seguir trabajando en la empresa, sobre todo por asegurar su economía familiar; aunque su desempeño, debido al crecimiento de la empresa, ya no era suficiente para mantener la eficiencia y productividad necesaria. Esta situación había llevado a la empresa a no tener utilidades en el último año; lo que llevó al presidente del directorio y al gerente general a proponer, en la junta general de accionistas, poner en marcha con urgencia, un proceso de profesionalización.
Este pedido llevaba implícito el reemplazo de los miembros de la familia en los puestos directivos que ocupaban, por lo que se oponían férreamente a la aprobación de la propuesta de profesionalización.
Este ejemplo muestra como los planes de futuro de los negocios de la empresa pueden quedar bloqueados al no ser compartidos por un grupo importante de miembros de la familia.
Así, establecer el futuro deseado en la empresa familiar será el resultado de los objetivos de negocio después de pasar por el filtro de las expectativas de la familia. Es decir, se requiere de una visión de futuro compartida por la empresa y la familia; para lo cual, es importante que la familia primero mantenga su apoyo y compromiso con los objetivos del negocio, cuando esto no ocurre, suelen frenarse la ejecución de los mismos.
Como se muestra en el ejemplo anterior, es tarea del gobierno familiar buscar alternativas de futuro que eviten la oposición de la familia a los planes de negocio y más bien conseguir el compromiso con los mismos.
Con información de Gestión
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