Las empresas arrancaron el 2020 con desconcierto e incertidumbre sobre los cambios fiscales que entraron en vigor en enero, ya que no hay claridad en las implicaciones de los nuevos ‘dientes’ del fisco y los contribuyentes perciben que la autoridad fiscaliza con un sesgo de desconfianza, pero también de discrecionalidad.
Luis Pérez de Acha, socio fundador y director del despacho Pérez de Acha e Ibarra de Rueda, sostuvo que los cambios fiscales que entraron en vigor han generado en las empresas una sensación de “desconcierto empresarial” y una de las razones es que no se conocen bien las implicaciones de los ajustes al marco tributario.
En entrevista, indicó que la reforma penal-fiscal contra las empresas factureras, la ley antilavado y los cambios en el T-MEC en el capítulo sobre corrupción, se vienen a sumar a todo el paquete de cambios fiscales que tiene que operar las empresas a partir de este 2020.
“El sector empresarial acusa recibo de la potencia fiscalizadora que va a tomar el SAT a partir de este año, respecto de su incidencia, y todo esto va en línea con que el SAT tiene información muy poderosa de los contribuyentes y por lo tanto se tiene desconcierto e incertidumbre de las estrategias de fiscalización que va a lanzar el SAT en el corto y largo plazo”, subrayó.
Por su parte, Fernando Martínez Coss, experto fiscal y exfuncionario del SAT, mencionó en un seminario de Inteli-Luris que la administración tributaria debe acreditar confianza en los contribuyentes que pagan sus impuestos, pero “lo que hoy vemos es que no hay confianza, hay una preocupación por la discrecionalidad que pueda haber en la interpretación (de autoridades) de la norma general y que eso genera desconfianza”.
Dijo que si bien existe una brecha que se debe cerrar entre el número de personas morales y físicas activas en el padrón y el número de emisores de facturas, “no es mediante la desconfianza cómo se logrará que cada día más contribuyentes emitan facturas, también se necesita un gobierno capaz de administrar los tributos de las personas.
Carlos Monárrez, Socio en Ortiz Abogados Tributarios, dijo en el mismo foro que hay empresas que “están vueltas locas” a raíz de la reforma penal-fiscal, incluso, han tenido que crear departamentos nuevos específicos para atender los listados de las empresas fantasma que el SAT publica en su sitio web de forma regular.
Ambiente de incertidumbre
Para Mariano Calderón, experto en derecho fiscal de Santamarina + Steta, el ambiente para los contribuyentes es de gran incertidumbre con la nueva reforma fiscal, por una excesiva fiscalización y actitud de desconfianza del SAT, con el pretexto de eliminar malas prácticas como la simulación que se ejerce con empresas factureras.
“El SAT está fiscalizando en exceso a los contribuyentes cautivos, en lugar de aumentar la base de contribuyentes, para establecer un ambiente fiscal más justo. Están pagando justos por pecadores, las autoridades están cuestionando severamente las declaraciones de los contribuyentes en una postura de persecución, ya que ahora la carga de la prueba está en los contribuyentes, cuando debería estar de parte de la autoridad fiscal”, acusó.
Añadió que con ello se está violando el principio fundamental de la buena fe, lo cual tiene visos de inconstitucionalidad.
Con información de El Financiero
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