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En un almuerzo familiar reciente por año nuevo, comentábamos lo difícil que es en muchas circunstancias juntar a toda la familia, sobre todo cuando se ha vuelto numerosa. Esto sucede porque al ir creciendo, la estructura del núcleo familiar cambia, es decir, si antes el núcleo familiar era papá, mamá e hijos, con el paso del tiempo aparecen nuevos núcleos, los hijos con sus cónyuges , esto hace que las prioridades cambien y la forma de tomar decisiones también.

Una buena ocasión para poder reunir a la familia son las fiestas Navideñas y año nuevo, porque se pueden programar con anticipación, y además porque son ocasiones donde todos están de buen ánimo, la mayoría puede tomar vacaciones y estar un poco más relajados del trabajo diario.

Por ello, recomendamos a las empresas familiares aprovechar estas circunstancias y la temporada de verano para revisar algunos temas que permitan mantener la unión familiar y el desarrollo de su empresa. Se puede programar una asamblea familiar, sesiones de Consejo de Familia e incluso revisiones de Protocolo Familiar.

También, recomendamos informar a la familia sobre los últimos acontecimientos de la empresa de manera general, esto fortalece la comunicación, consolida a los antiguos e integra a los nuevos núcleos familiares, quienes ahora se sentirán parte del grupo familiar, fortaleciendo su propiedad emocional.

Las Empresas Familiares deben considerar siempre que además del valor económico que pueden generar, lo más importante es el valor emocional que se pueda transmitir porque este será fundamental para su fortaleza y continuidad en el tiempo, no sólo como empresa, sino sobre todo como familia.

Con información de Gestión